Las puertas automáticas son las que se abren y cierran de forma automotriz. Requieren de una instalación que permita la apertura y el cierre instintivos y de cualquier tipo de energía que sustituya la fuerza humana, por ejemplo, la electricidad. Al evitar el esfuerzo continuo de las personas abriendo, cerrando y sujetando las puertas, resultan cómodas y útiles.
Amplia variedad de puertas automáticas
Existen diferentes tipos de puertas automáticas, entre los que se encuentran: puertas basculantes (compuestas por una o dos hojas articuladas), puertas batientes (funcionan mediante control remoto), puertas correderas (se cierran de forma horizontal para no limitar la altura de paso), puertas de cristal (compuestas por una hoja móvil, dos hojas móviles y hojas telescópicas), puertas enrollables (de chapa lacada y también de aluminio extrusionado de alta resistencia), puertas seccionales (aquellas que se abren en vertical y se alojan bajo el techo ahorrando espacio), barreras (facilitan la gestión de vehículos a una área concreta, como garajes), motores (que se instalan en puertas) y cerraduras y mandos para poder abrir cualquier sistema automático con sistema antivandálico.
La importancia de saber escoger: ponerse en mano profesional
Cada variedad tiene unas ventajas diferentes, por lo que es necesario el asesoramiento que ofrecen las empresas de venta de puertas automáticas para saber cuál es la más indicada para nuestra casa u otro lugar.
Además, también son importantes la instalación del producto que hayamos seleccionado y su mantenimiento posterior, ya que facilitarán el correcto funcionamiento. En este sentido, debemos asegurarnos de que la empresa de puertas automáticas que contratemos va a hacerse responsable de estos procesos tan necesarios y cuenta con personal especializado y homologado para montar las puertas pero también para una posible reparación rápida, profesional y eficiente. En este sentido es importante que cuente con servicio de atención al cliente disponible las 24 horas para evitar cualquier contratiempo.
Por qué suponen una solución viable y asequible
El atractivo de las puertas automáticas reside sobre todo en la comodidad que suponen para los usuarios. Se evita el colapso y la lentitud que se genera cuando las personas tienen que sostener la puerta para los que entran, pero también se evitan los accidentes domésticos entre niños y bebés.
Por otro lado, estas puertas resultan una solución duradera a largo plazo en tanto que si se cuidan y se atiende a las necesidades de su mantenimiento, son capaces de durar décadas.
Además, constituyen una alternativa bella a las puertas al uso, ya que gracias a la variedad de materiales con los que se construyen ofrecen infinitas posibilidades: desde dar un toque moderno al ambiente a ajustarse al estilo de la casa o el edificio donde se encuentran.
Crecimiento en el uso de puertas automáticas
Las puertas automáticas se han naturalizado en espacios públicos como centros comerciales, supermercados, edificios de administración, hospitales, colegios… Las barreras, las puertas de cristal y las puertas enrrollables son un claro ejemplo de cómo su uso se ha incrementado de forma notable en los últimos cincuenta años. Son empleadas en instalaciones de domótica.
En espacios privados también ha aumentado la presencia de este tipo de puertas, cada vez más estéticas y mejor consideradas. En los últimos años hemos presenciado cómo en los espacios residenciales se ha normalizado el uso de puertas basculantes debido a su sencillo funcionamiento y a su carácter silencioso, pero también la presencia de puertas batientes, correderas y seccionales que ha sido acompañada de cerraduras magnéticas y mandos que permiten poder abrir la puerta accionando el botón sin tener que bajarnos de nuestro vehículo. Este uso normalizado evidencia la efectividad y la versatilidad de contar con puertas automáticas que hacen más fácil la vida diaria de todos.
